Estas plataformas de comunicación social son aún percibidas con reticencia por algunos sectores como el de la salud, debido a todas las restricciones legales y al impacto de su comunicación. Pero la sociedad ha cambiado la forma de consumir la información y, para bien o para mal, el “Doctor Google” es de los más consultados incluso antes que el médico de cabecera. Hay quien se alarma ante este comportamiento, pero ¿no deberíamos ver esto como una oportunidad de visibilidad? A nivel estratégico, las cartas están sobre la mesa. Ya no a nivel intuitivo, si no que estadísticamente probado. Las RRSS han venido para quedarse, señores. En su mano está tenerlas de aliadas o de enemigas y lo más inteligente será ir a pescar a dónde estén los peces.
Tener un perfil abierto conlleva una gran responsabilidad, pero quitémosle dramatismo ¡cosas más complicadas hemos manejado! La cocina por ejemplo. Aunque no todos hayamos conquistado esa montaña, siempre hay una mano amiga que te enseña su “plato estrella”, a seguir los pasos según su propia receta y solventar los imprevistos que te puedan surgir. En la cocina puede ocurrir que un aceite demasiado caliente haga saltar todo por los aires; en las redes sociales, un debate abierto que se ha caldeado demasiado puede no llevar al entendimiento.
Desde Draft Digital, como profesionales, nos gustaría ayudarte y ser tu “maestro de cocina”. Darte las herramientas, consejos y ayuda que necesitas para hablar el lenguaje digital. Que se convierta en una herramienta más con la que trabajes, llegando a ser tan útil como el vademécum, el fonendo o el bisturí.
Es cierto que cuando comunicamos nos estamos exponiendo al mundo. Tú eres el primero que está proyectando una imagen de ti mismo. Como médico, en tu día a día sigues un Código Deontológico. No lo pierdas en las redes. Comunica información veraz con respeto y ética. Informa con carácter general, sin poner en riesgo la privacidad de la fuente de tu información. Respeta tu profesión y a ti mismo como persona.
Este comportamiento es el que todos deberíamos tener en las redes, facultativos o no. Se abren nuevas posibilidades de comunicación y éstas pueden ser buenas o malas, según el uso que les demos. Hay diferentes corrientes. Hay quien usa este medio para “el morbo del salseo por el salseo” solo usándolas para abrir debates, cotillear y criticar al otro. Es el riesgo de democratizar la comunicación. Por otro lado, están los que las usan para establecer un diálogo más directo y distendido entre las partes, entre el médico y el paciente, entre el Key Opinion Leader (KOL) y el que activamente busca esa información porque, ahora, jugando a nuestro favor, es el propio paciente empoderado el que activamente busca nuestro consejo.
Tu profesión es enteramente social, estés o no en las redes. Lo que éstas te brindan es la oportunidad de seguir aportando consejo e información a esa sociedad hambrienta de conocimiento y mejorar esa figura que ha surgido del “Doctor Google”, formando parte de él.
Hay muchos consumidores de información que encuentran en vuestros perfiles virtuales una herramienta de motivación para mejorar su calidad de vida, para superarse a sí mismos, para ponerse retos y mejorar su forma física reduciendo así, por ejemplo, el colesterol, la obesidad, dejar de fumar… Ellos están motivados y ese es el primer motor de acción. ¿Les ayudamos?
Leticia Gómez Aguado
DISEÑADORA CREATIVA
Tener un perfil abierto conlleva una gran responsabilidad, pero quitémosle dramatismo ¡cosas más complicadas hemos manejado! La cocina por ejemplo. Aunque no todos hayamos conquistado esa montaña, siempre hay una mano amiga que te enseña su “plato estrella”, a seguir los pasos según su propia receta y solventar los imprevistos que te puedan surgir. En la cocina puede ocurrir que un aceite demasiado caliente haga saltar todo por los aires; en las redes sociales, un debate abierto que se ha caldeado demasiado puede no llevar al entendimiento.
Desde Draft Digital, como profesionales, nos gustaría ayudarte y ser tu “maestro de cocina”. Darte las herramientas, consejos y ayuda que necesitas para hablar el lenguaje digital. Que se convierta en una herramienta más con la que trabajes, llegando a ser tan útil como el vademécum, el fonendo o el bisturí.
Es cierto que cuando comunicamos nos estamos exponiendo al mundo. Tú eres el primero que está proyectando una imagen de ti mismo. Como médico, en tu día a día sigues un Código Deontológico. No lo pierdas en las redes. Comunica información veraz con respeto y ética. Informa con carácter general, sin poner en riesgo la privacidad de la fuente de tu información. Respeta tu profesión y a ti mismo como persona.
Este comportamiento es el que todos deberíamos tener en las redes, facultativos o no. Se abren nuevas posibilidades de comunicación y éstas pueden ser buenas o malas, según el uso que les demos. Hay diferentes corrientes. Hay quien usa este medio para “el morbo del salseo por el salseo” solo usándolas para abrir debates, cotillear y criticar al otro. Es el riesgo de democratizar la comunicación. Por otro lado, están los que las usan para establecer un diálogo más directo y distendido entre las partes, entre el médico y el paciente, entre el Key Opinion Leader (KOL) y el que activamente busca esa información porque, ahora, jugando a nuestro favor, es el propio paciente empoderado el que activamente busca nuestro consejo.
Tu profesión es enteramente social, estés o no en las redes. Lo que éstas te brindan es la oportunidad de seguir aportando consejo e información a esa sociedad hambrienta de conocimiento y mejorar esa figura que ha surgido del “Doctor Google”, formando parte de él.
Hay muchos consumidores de información que encuentran en vuestros perfiles virtuales una herramienta de motivación para mejorar su calidad de vida, para superarse a sí mismos, para ponerse retos y mejorar su forma física reduciendo así, por ejemplo, el colesterol, la obesidad, dejar de fumar… Ellos están motivados y ese es el primer motor de acción. ¿Les ayudamos?
Leticia Gómez Aguado
DISEÑADORA CREATIVA